¡Que vuelva Luis Enrique!

Escocia 2 España 0. Lo primero que pienso es ¡Que vuelva Luis Enrique!

Me explico. Luis de la Fuente llegó a la selección española presumiendo que tenía un plan A y un plan B, a diferencia de su predecesor Luis Enrique. Y de momento, ni A, ni B, ni C, ni D…. No hay plan. Y si hay, no funciona. Se vio frente a Noruega, ante la que una abultada victoria conseguida en los últimos cinco minutos de partido, maquilló el mediocre encuentro de los españoles, y se ha visto en Hampden Park, donde España fue un equipo desastroso. Desde la alineación.

Luis de la Fuente apostó por un once con 8 novedades y cuatro cambios en la defensa. Demasiados. Si encima  el equipo rival te gana en intensidad, ganas y precisión en el pase, los ingredientes invitan a pensar que la cosa no va a ir bien. Se vio en el primer gol escocés, que llegó tras un error de Pedro Porro. Es cierto que se escurrió, pero si el control lo haces hacia fuera en vez de hacia dentro es más difícil que si llega el resbalón, el contrario saque ventaja. Mactominay hizo el primero y España más que tener un plan era un flan.  

La selección española jugaba a lo que quería Escocia. Balón largo, choque, presión, centros al área  y jugando a un ritmo que ni sabe, ni le interesa. Incomprensible. Los centrocampistas no se enteraban. Sólo Rodri y Ceballos, durante 20 minutos, fueron capaces de entender lo que necesitaba España. Pero no supieron echar la pelota al suelo, combinar, tocar y gobernar el partido. Que es lo que se les debe exigir a estos futbolistas. Y uno se acuerda inevitablemente de Pedri. Arriba Joselu remató lo que le cayó y a punto estuvo de marcar. Además sumó pelea, apoyos y todo lo que se le exige a un delantero salvo el gol. Pero lo tuvo cerca.  

Y viendo a esta España que tanto enamora a muchos, este equipo lo que necesita es tocar, combinar y tener mucho la pelota, porque sin ella es peor. Escocia lo sabe y planteó su partido como debía, un ida y vuelta loco en el que España sufre mucho. Y más con una defensa tan endeble en los laterales. Desastrosos Gayá, Porro y Carvajal, que regaló el segundo gol. Y para tocar y mandar se supone que están Ceballos, que parece la reencarnación de Maradona para muchos pero que le queda grande ese cartel de líder, Merino y Rodri. Y miren, no. No están para esto. Al menos, de momento. Tampoco funcionaron Oyarzabal, una sombra de lo que fue, y Yeremy Pino, que le queda grande esa camiseta.

En la segunda parte, Luis de la Fuente puso el plan B, el C y el D y funcionaron igual que el A. Mal. Si encima regalas un gol, todavía más difícil. Carvajal, que no atraviesa por su mejor momento, quedó retratado con un mal pase, una pésima recuperación de posición y una velocidad más propia de un partido de solteros contra casados para que Escocia pusiera el 2-0 que se convirtió en una losa imposible de levantar para esta España que independientemente del juego y de los resultados inspira poca credibilidad. Por los futbolistas, que hay el nivel que hay, y por el seleccionador, que es el nivel que hay.

Lo mejor del partido, sin duda, escuchar el Flower of Scotland Hampden Park

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