Me parece bien la filosofía de ir partido a partido que tanto se ha hartado de adoctrinar Diego Pablo Simeone, pero creo que ya ha llegado el momento de darle a este Atlético la envergadura que se merece. El triunfo en el Santiago Bernabéu obliga al Atlético y a su entrenador a dar un paso adelante. Ha llegado el momento de que los rojiblancos afronten esa responsabilidad porque las matemáticas y las sensaciones apuntan a que el Atlético puede pelear con el Real Madrid y el Barcelona.
La victoria del Atlético en el Santiago Bernabéu más allá de lo que significa -ha acabado con la peor racha de su historia liguera ante el Real Madrid: llevaba 23 partidos sin ganar- debe ser un punto de inflexión para el presente y futuro de los rojiblancos. Ha completado su mejor arranque liguero de la historia (7 victorias en 7 partidos), ha dado un golpe de mano a su eterno rival, ha demostrado que puede competir con cualquiera y ha dejado al eterno rival con muchas dudas.
La Liga ha dejado de ser una Liga de dos para ser de tres. El Atlético hoy por hoy es un sistema de juego claro, una legión, una familia y un colectivo competitivo. Mañana Dios dirá, pero el Atlético se ha convertido en un serio candidato a luchar por la Liga. Sólo han pasado siete jornadas y los resultados pueden invitar al optimismo desmesurado, pero este Atlético no es sólo una racha ni flor de un día. Es el momento de forma, la creencia en una forma de jugar, los jugadores, el entrenador, el colectivo, el compromiso, el corazón, el sentimiento…
En el partido el Atlético mandó siempre y en todo. No sufrió ni un rasguño, sacó las vergüenzas del vecino y se quito definitivamente los complejos. Manejados a la perfección desde la banda por un Simeone, que ha creado un EQUIPO de la nada y con una plantilla muy inferior a la de sus dos grandes rivales, el Atlético minimizó a su rival plagado de estrellas fichadas a golpe de talonario.
Mención aparte se merecen dos hombres que son el Atlético: Koke y Diego Costa. Pónganse de pie para hablar del primero porque estamos ante un jugar colosal. Es el mejor asistente de la Liga pero es mucho más que el ‘camarero’ del gol. Toque, compromiso, lucha, garra y calidad a espuertas. El otro nombre propio debe ser Diego Costa. Su crecimiento ha sido enorme. Simeone le ha convertido en un guerrero, un gladiador que ya sabe cuándo contar hasta tres y enfocar su mal carácter en el fútbol y no en la pelea. A día de hoy es un jugador vital en este Atlético y quién sabe si para la Selección.
Hace unos meses se podía leer una pancarta en el Santiago Bernabéu que rezaba así: «Se busca rival digno para derbi decente» Pues el Real Madrid ya lo tiene. Ahora ha llegado el momento de dar el paso adelante.
Sígueme en Twitter: @javiervarelag