La afición del Atlético celebraba la victoria ante el Almería con el regusto que dan esas victorias que se certifican en 45 minutos y que devuelven la ilusión y demuestran que este equipo está preparado para la presión, de los que tiene por delante y de los que vienen por detrás. Continuar leyendo «Simeone 2020, más que un título para el Atlético»
Aviso a navegantes. Leo Messi ha vuelto. Y lo ha hecho con más hambre que nunca. El ‘affaire’ con Luis Enrique tras el primer partido de Liga de 2015 -aquella derrota ante la Real Sociedad en Anoeta que provocó el primer terremoto de la era del técnico asturiano- parece haber pasado a mejor vida. Es más, hay quien asegura que aquello fue un punto de inflexión para el Barcelona y, sobre todo, para Leo Messi. El argentino ha vuelto a liderar a un Barcelona que huele muy bien, a equipo campeón.
Las sensaciones de este Barcelona son tremendas. Juego, toque, velocidad, seguridad defensiva, gol y hambre, mucha hambre. Parece como si hubieran despertado de su letargo y sus estrellas estuvieran dispuestas a ‘comerse’ todo lo que se les ponga por delante. Leo Messi, que ante el Levante disputó su partido 300 en Liga con 27 años, está motivado, con hambre y a gusto con el nuevo estilo de juego. Un estilo de juego con el que el Barcelona se hincha a crear ocasiones de gol, tantas o más que con el clásico ‘tiqui-taca’ de Guardiola, pero con otro estilo. Velocidad, vértigo y gol. Y eso, hay que reconocerlo, es ‘culpa’ de Luis Enrique.
El técnico asturiano parece haber conseguido que el equipo le entienda. Al menos, que Leo Messi le entienda. El argentino, al que ahora no le importa correr si tiene espacios, sacrificarse por el equipo y echarse al Barcelona a sus espaldas, está completando un comienzo de 2015 espectacular. Sus números individuales son un escándalo, pero además, ha logrado asociarse de maravilla con Neymar y Suárez formando una tripleta de lujo.
Y cuando digo que Leo Messi ha vuelto y lo ha hecho con más hambre que nunca es porque el argentino ha vuelto a ser en el campo el que era. Un jugador feliz, que disfruta, que marca, que asiste… Que se divierte y divierte. Ante el Levante ha conseguido convertirse en el máximo asistente de la historia de la Liga, ha conseguido un nuevo ‘hat-trick’ (con lo que se pone a la cabeza de este ránking) y se ha colocado a sólo dos goles de Cristiano Ronaldo en su eterna lucha por el Pichichi. Y es que el hambre de Messi le hace mucho más peligroso. Porque como ha ocurrido en los últimos años, la carrera de Messi va en paralelo con la de Cristiano. Y ahora Messi está fantástico, va a más, y a Cristiano le encontramos como abatido, como perdido.
Los números son números pero también asustan. Leo Messi suma 300 partidos en Liga, en los que ha hecho 268 goles y ha dado 106 asistencias. O lo que es lo mismo: Messi ha participado en 374 goles. Casi nada.
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Hay una frase castellana y muy castiza que dice que ‘No sólo hay que ser bueno, sino también parecerlo’. Pues bien, alguien debería explicárselo a Cristiano Ronaldo, Marcelo, James Rodríguez y compañía.
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