España está en otra final -la primera de la Copa Confederaciones- y esta situación empieza a ser parte de la normalidad. Buena señal para nuestra Selección y buena señal para nuestro fútbol. En la semifinal ante Italia me he creado el convencimiento de que hace tiempo que, con España, con nuestra Selección, con ‘La Roja’, el resultado ha pasado a ocupar un plano secundario. Suena chulesco pero es la realidad.
También tenía claro, mientras veía una impresionante tanda de penaltis, de que a España un día le tocará perder y felicitar al rival, más que nada porque nada es eterno y en esto del fútbol muchas veces la pelotita es caprichosa. La derrota llegará ante un equipo menos, como ya le pasó ante Suiza en el Mundial de Sudáfrica, que aproveche mejor sus ocasiones o quizá ante una selección superior -aunque ocurra el domingo ante Brasil no creo que a día de hoy la ‘canarinha’ sea mejor que España. Es evidente que un día España perderá. Pero, sinceramente, para mí es lo de menos.
La Selección ha conseguido por fin tener identidad propia. Atrás queda la ‘Furia’ o los Arconada, Cardeñosa, Julio Salinas, Zubizarreta, Raúl… No, que nadie se confunda, antes no teníamos mala suerte. Lo que nos faltaba eran fueras de serie y ahora España los tiene a borbotones. Nuestra Selección por fin tiene etiqueta propia y presume de un estilo propio, de una identidad reconocible y de la suerte de los campeones.
Pero por encima de todo en España triunfa el equipo. Ha habido otras selecciones que han hecho historia en el mundo del fútbol pero siempre lo hacían en torno a un jugador. Hubo una Brasil que lideró Pelé, una Argentina bajo la batuta de Maradona, una Holanda de Cruyff y una Francia del mariscal Zidane, pero en esta España manda el EQUIPO.
Ante Italia, en un partido en el que las condiciones climatológicas fueron un rival más para ambos equipos, España estuvo inmensa. Sufrió, compitió y ganó a rival de primer nivel ante un público volcado, inexplicablemente, en contra de nuestro equipo. Pero la mejor manera de silenciar los pitos -y España lo ha hecho en todos los partidos- es jugando al fútbol. En realidad eso es lo que les hace pitar: el fútbol de España.
Tras ganar a selecciones plagadas de estrellas en su camiseta, jugar finales y ganarlas y conquistar dos Eurocopas y un Mundial, ahora España tiene un reto más. Ganar a Brasil y en Maracaná. Si hay una selección que puede conseguir un nuevo ‘Maracanazo’ esa no es otra que la que comanda Vicente del Bosque.
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