No hay quien pueda con este chico. Empieza a ser aburrido y casi monótono enumerar los récords, éxitos y marcas que supera de Leo Messi cada vez que se calza las botas y se pone la camiseta del Barcelona. Lo que hace el argentino está más allá de la lógica y de las explicaciones naturales. Lo de Messi forma parte de un mundo mágico que le permite repetir actuaciones legendarias en cada partido y en cada choque. Lo suyo es como un espiral en el que siempre pasa algo y siempre es él el protagonista.
Sus detractores gritan a los cuatro vientos que Messi no existiría sin Xavi Hernández y sin Andrés Iniesta. Es indudable que los dos ‘jugones’ españoles han ayudado a su grandeza, pero intentar desacreditarle por eso sería un sacrilegio y una ofensa al fútbol. Siempre que se habla de Messi salen a colación las inevitables –y odiosas- comparaciones con Pelé, Di Stéfano, Cruyff, Maradona… Pero Messi tiene algo que no tuvieron ninguno de los cuatro astros: la capacidad para demostrar su talento en cada partido y con una regularidad pasmosa.
A estas alturas los aficionados somos simples espectadores de su magia. Una magia a la que nos hemos acostumbrado y que vemos como algo cotidiano. Pero no lo es. Nadie hace sus desbordes diagonales, ni alcanza sus cambios de ritmo, ni puede hacer sus vaselinas, ni sus asistencias, ni ese último pase que parece haber ‘plagiado’ de Xavi. Hasta en eso es mágico. Messi nos ha malacostumbrado y ya todo nos parece normal.
Quizá por eso, que ante el Celta haya conseguido marcar y sumar 19 jornadas consecutivas -en las que ha hecho 29 goles- marcando en la Liga nos parezca normal para él. Que no lo hubiera hecho sería más noticioso que el propio hecho de haberlo conseguido. Pero es que Messi, desde que le hiciera un doblete al Mallorca el pasado 11 de noviembre en Palma, ha macado en todos los partidos ligueros que ha jugado.
Messi sólo se ha quedado sin marcar en cuatro partidos esta temporada en la Liga -Valencia, Granada, Sevilla y Celta, todos en la primera vuelta- y, de los 43 goles que ha hecho en el campeonato liguero, marcó cuatro en un partido, hizo un ‘hat-trick’, trece dobletes y en diez partidos, marcó un gol.
El argentino sólo se ha quedado sin marcar en esta temporada en 11 de los 44 partidos que ha jugado (29 en Liga, 5 en Copa, 2 en la Supercopa y 8 en Champions). Los equipos ‘afortunados’ han sido el Valencia, el Granada, el Sevilla y el Celta en la Liga; el Celtic, el Benfica -dos veces- y el Milan en la Champions; y el Córdoba y el Real Madrid-en dos ocasiones- en la Copa del Rey.
Hasta este sábado sólo Cristiano Ronaldo había marcado al menos un gol a todos los equipos de una Liga, pero no lo había hecho de manera consecutiva como es el caso de Leo Messi. Hasta en eso ha superado al portugués del Real Madrid.
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