Zidane y Simeone: hombre rico y hombre pobre

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La victoria del Real Madrid frente al Atlético en la final de la Champions ha dejado dos sensanciones totalmente enfrentadas en ambos equipos: Zidane reforzado y Simeone lleno de dudas. Continuar leyendo «Zidane y Simeone: hombre rico y hombre pobre»

El Barcelona, doblete de la mano de Iniesta y Messi

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Un doblete siempre es un doblete. El Barcelona levantó la Copa del Rey y lo hizo alejándose de su ADN. El equipo azulgrana había acostumbrado a su afición y a todo el mundo al fútbol de toque, de precisión y más propio de un cirujano en la mesa de operaciones. Pero ante el Sevilla necesitó algo más. Eso que muchos detestan, califican de antifútbol, pero que también da victorias y título. El Barcelona le puso a la final copera valentía, épica, compromiso, actitud, entrega… y más después de la expulsión de Mascherano que obligó a los azulgrana a ponerse el mono de trabajo.

El conjunto azulgrana supo sobreponerse a la expulsión del argentino y a la lesión de Luis Suárez, un duro golpe para el equipo porque hablamos del que había sido el sostén y el jugador más importante en los últimos partidos de Liga del Barcelona. Pero cosas del fútbol, es probable que esa lesión le viniera bien al equipo porque permitió que Luis enrique reequilibrar al equipo. Con el primer cambio, Luis Enrique prefirió quitar a Rakitic –era la decisión más sencilla- dejando huérfano el centro del campo por aquella obligación de no poder quitar del campo a ninguno de los tres de arriba. La entrada de Rafinha equilibró más esa zona del campo y le permitió al Barcelona acercarse más al fútbol al que está acostumbrado, pero con gotas de ese otro fútbol que le permitió llevarse la victoria.

También es verdad que todo esto es más fácil si en tu equipo está Andrés Iniesta. Don Andrés. El FUTBOLISTA azulgrana dio una exhibición en el Vicente Calderón. El ‘8’ azulgrana se echó  al equipo a la espalda, le dio aire cuando se sentía asfixiado y dio una lección de fútbol como si del mejor profesor se tratara. El de Fuentealbilla cosió el balón a su bota y no necesitó dar las dos asistencias de gol –eso fue tarea de Messi- ni marcar goles, porque dejó para el recuerdo fútbol de mucho quilates con regates, conducciones y control del centro del campo incluso cuando se quedó sólo en esa posición junto a Busquets. Impartió una clase magistral de cómo dividir el juego, de dar medias vueltas, de buscar siempre la mejor salida para el balón y de girar sobre sus pasos como si un bailarín de claqué se tratara. Iniesta fue más Xavi que nunca. Pero la final copera de Iniesta es una consecuencia de lo que está haciendo en este tramo final de la temporada y que, afortunadamente para todos los aficionados españoles, le viene muy bien a España para la Eurocopa que comienza en dos semanas.

Y si Iniesta estuvo sublime, no podemos olvidarnos de Gerard Piqué. El central del Barcelona firmó un partido soberbio y fue capaz él solo de sostener al equipo, liderar al Barcelona y contener al Sevilla. Piqué, por aquello de jugar la final en el Vicente Calderón, se puso el traje de Diego Godín y despejó  todo lo que le llegaba. El azulgrana, más allá de sus salidas de tono extradeportivas, está demostrando que está a un nivel excelso. Otra buena noticia para Del Bosque.  Con la salida de Mascherano, Piqué agarró los galones del ‘jefecito’ y despejó todo lo que llegó al área de Ter Stegen, fue un muro de hormigón infranqueable y él solo se bastó para sostener al Barcelona. Un partido inmenso. Como el de Busquets, que fue de menos a más, pero supo bajarse al barro que propuso el partido para engrandecer su figura y hacerse imprescindible en el equipo.

La otra estrella del partido fue Leo Messi. No necesitó correr, más que cuando había ocasión de crear peligro, ni de hacer el partido de su vida. Apareció tres veces y fue decisivo. La primera para dar un balón en profundidad a Neymar que provocó la expulsión de Banega. La segunda, el pase de gol a Jordi Alba y la tercera, la asistencia a Neymar para sentenciar la final. Messi se siente muy cómodo en ese nuevo rol que ha asumido en el Barcelona y que le permite salir desde el centro del campo para, como si de un francotirador se tratara, tener más visión de juego para que lo aprovechen sus compañeros. Otro Messi pero igual de bueno.

Pero si el Barcelona tuvo que agarrarse a la épica para conseguir el título fue por culpa de un Sevilla que plantó cara a los azulgrana. En su debe, y en el de su entrenador, hay que decir que no supo tumbar en la lona al Barcelona cuando pudo hacerlo. Jugando con un hombre más Unai Emery no supo leer el partido y cuando movió el banquillo, más que sumar restó. El equipo hispalense tiró de orgullo ante la falta de frescura, la misma que tuvo su entrenador para buscar soluciones.

Con un escenario como el Vicente Calderón, el Barcelona aprendió lo que tantas veces ha vivido el Atlético, que para ganar hay que tirar de orgullo, de carácter y de épica. Muchos hinchas Barça se habían acostumbrado a ganar siempre con calidad y clase, pero descubrieron que también se consiguen títulos sudado y peleado. Eso, también es fútbol.

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El Barcelona, la Liga y los 40 de Luis Suárez

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El Barcelona ha ganado la Liga de forma justa. La sexta en ocho temporadas en las que sólo el Atlético y el Real Madrid han evitado el pleno. Esta Liga ha tenido como único protagonista al Barça porque ha sido el mejor equipo y ha tenido en sus filas al mejor jugador del campeonato: Luis Suárez. Continuar leyendo «El Barcelona, la Liga y los 40 de Luis Suárez»

La Liga, 90 minutos entre el cielo y el infierno

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La Liga española es maravillosa. Una competición brillante y más competitiva, en todos los niveles, que las del resto de Europa, donde la supremacía de algunos equipos empieza a ser insultante.
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