Balón de Oro: Xavi, Falcao y Simeone, los grandes olvidados

El Balón de Oro empieza a convertirse en un premio cansino, repetitivo, aburrido y que deja poco espacio a la sorpresa y a la entrada de aire fresco. Empieza a apoderarse del premio un cierto olor a naftalina. Ver que los tres finalistas del Balón de Oro 2012 son Messi, Cristiano e Iniesta obliga, inmediatamente, a acordarse de los olvidados.

Estaría bien que alguien responsable, o no, del premio en cuestión, nos explicara exactamente en qué consiste el criterio para elegir al Balón de Oro de cada año. Los méritos logrados en ese año natural, los conseguidos en la temporada, su actuación con la selección, con su equipo, los títulos -colectivos e indivisduales- conseguidos…

En el podio de finalistas facilitado a mí me falta, por su trayectoria, un jugador de muchos kilates: Xavi Hernández. El azulgrana tiene un palmarés envidiable y es el faro que ilumina el juego del, para muchos, mejor equipo del mundo y el de la selección, para muchas, la mejor del mundo. Xavi es el jugador que cambió el rumbo de la selección española, del Barcelona y quién sabe si el que impuso un estilo de juego de toque que tanto gusta.

El otro gran olvidado, en mi opinión, es Radamel Falcao. El ‘Tigre’ del Atlético -hasta que los dos de arriba decidan que hay que hacer caja y le vendan- ha hecho méritos de sobra para estar entre los tres mejores jugadores del año. El rojiblanco hizo campeón de la Europa League al Atlético -siendo Pichichi de la competición- y campeón de la Supercopa de Europa -con un ‘hat-trick’ y un partido para enmarcar-. Pero nada. De nada le ha servido haber sido devastador en todos los partidos decisivos que jugó en 2012 y de haber hecho goles de todos los colores, demostrando que. Hoy por hoy, es el mejor nueve del mundo.

Dicho esto, creo que hay una conclusión muy clara. Leo Messi ganará su cuarto trofeo porque es el mejor, pero si deciden darle el premio a Andrés Iniesta, nadie podría decir que es injusto o que es una sorpresa -ya le dieron el del mejor jugador de Europa-. El 7 de enero sabremos quién se lleva el Balón a su casa.

PD: Un apunte sobre los mejores entrenadores del año. Mourinho, una Liga, Del Bosque, una Eurocopa, y Guardiola, una Copa, han sido los tres finalistas del Premio a mejor entrenador del año. Pues eso, como con el Balón de Oro, los criterios nos sirven más que para crear confusión. Que un entrenador que ha ganado la Europa League, segunda competición Europea, y la Supercopa de Europa, dando una exhibición en ambas finales no esté entre los tres finalistas es, cuanto menos, para que los que han votado reflexionen.

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El Mundial de Fórmula Uno se gana en los circuitos, no en los despachos

¿Quién dijo que el Mundial 2012 de Fórmula 1 se había terminado y que Sebastian Vettel era el tricampeón del mundo?

En Ferrari parece que cuesta asimilar un subcampeonato en un Mundial que tuvieron muy cerca. A finales del mes de julio, Fernando Alonso sacaba 40 puntos a sus rivales y, con el paso de las carreras, vio como Sebastian Vettel y su Red Bull volador hacían los deberes y recortaban puntos en cada Gran Premio ante el asombro de un Ferrari inferior que no se explicaba las carencias de su flamante F2012.

Ahora todo puede cambiar por un semáforo y por 8 décimas. Ferrari, según la Cadena Cope, estudia presentar ante la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) un vídeo que demuestra que Vettel adelantó a un Toro Rosso con bandera amarilla. Esa maniobra está prohibida por el reglamento y está sancionado con un drive-trhough (paso por el pit lane) si la sanción llega mientras está la carrera en marcha.

Si, como es el caso, la carrera ya ha finalizado, la sanción sería de 20 segundos que le harían al alemán bajar de la sexta a la octava posición final en el GP de Brasil (cuatro puntos menos) y convertiría a Fernando Alonso en campeón del  mundo por un punto de diferencia ya que Vettel –sexto- aventajó en 19,2 segundos al octavo clasificado, el francés de Toro Rosso Vergne, que pasaría a ser séptimo por tan solo 8 décimas. Es decir, si finalmente hay penalización, Alonso ganaría el Mundial por sólo ocho décimas.

La decisión de Ferrari de acudir a la FIA no sería nueva ni sorprendente, ya que en 2007, cuando se destapó el caso de espionaje de uno de los ingenieros del equipo McLaren, Luca di Montezemolo, presidente de Ferrari, reconoció que “ganar el título de campeones del mundo en los despachos sería en cualquier caso un triunfo merecido”. Si se aplica esa frase a 2012 todo parece indicar que el equipo acudirá a los despachos de la FIA para intentar ganar en los despachos lo que no han podido ganar en la pista.

Habrá quien crea que es justicia deportiva y quién opine que una vez terminada la carrera ya no hay marcha atrás. Pero lo que está claro es que sería la primera vez que un campeón del mundo de Fórmula Uno saliera de los despachos de la FIA y no de los circuitos, y eso que ha habido treinta y dos pilotos distintos que han ganado el Mundial.

Fernando Alonso tendría su tricampeonato del mundo, pero a cambio perdería buena parte del crédito que se ha ganado en la pista, luchando por el Mundial hasta el último giro con un coche muy inferior al de su rival.

¿Qué pensaríamos si el que hubiera ganado el Mundial en la pista fuera Fernando Alonso y el que quisiera reclamar fuera Vettel y Red Bull?

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Fernando Alonso se puso el traje de Jose Mourinho

Tres puntos. Eso fue lo que le faltó a Fernando Alonso para entrar en la historia y convertirse en el tricampeón del mundo más joven de la historia. Ese mérito se lo ha ‘dejado’ a Sebastian Vettel, que además entra en el club de los cinco -Jack Brabham, el británico Jackie Stewart, el austríaco Niki Lauda y los brasileños Nelson Piquet y Ayrton Senna- de tricampeones del mundo. Además, es el único que lo ha logrado de manera consecutiva después de su primer título.

Nadie puede discutir que Alonso mantuvo a toda España pendiente del Mundial de Fórmula Uno y el mérito que tiene por haber alargado la definición del campeonato hasta la última vuelta. Si llegar a la última carrera con opciones de titulo en inferioridad técnica ya era todo un logro, que llegara a ser campeón virtual en una carrera tan caótica como la de Brasil demuestra su competitividad por encima de todo.

Y es que Alonso rozó el milagro, pero el Mundial no lo ha perdido hoy. El F2012 estaba a años luz del RB8 y eso era demasiada ventaja para un Vettel con unas manos prodigiosas que, junto a las de Alonso, son las mejores del Mundial a años luz. Nada que reprocharle al asturiano.

Otra cosa es la actitud que ha tenido ante la prensa tras quedar subcampeón. Los campeones también tienen que serlo cuando no lo son. “Hemos perdido el campeonato, pero no ha sido aquí, en Brasil, sino en otras carreras en las que no tuvimos suerte, como cuando (el francés Romain) Grosjean te pasa por encima de la cabeza (en Spa), o cuando en Japón a Vettel sólo se le impuso una reprimenda después de una crono…”, recordó.

En esa frase, con la que resumió el Mundial Fernando Alonso, me ha recordado a Jose Mourinho. Otro madridista como el asturiano. Cuando gana es gracias a sus manos, a su calidad, a su constancia, a su pilotaje y a su magia –como le gusta decir a mi colega Lobato-. Pero cuando pierde, la cosa cambia. Los fallos de los rivales, los mecánicos, las decisiones de los comisarios… siempre por culpa del empedrado.

Alonso, que se había ganado a todos los aficionados españoles con su pilotaje y su fantástico Mundial -13 podios de 20 carreras-, tiró por la borda todo su trabajo con las excusas finales y la no felicitación al campeón: Sebastian Vettel.

El alemán, guste o no, es el justo campeón porque sumó más puntos que nadie. Una felicitación del asturiano hubiera sido el perfecto colofón para un año casi perfecto. Es tan importante saber ganar como saber perder.

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Jose Mourinho y Florentino Pérez, un matrimonio de conveniencia

El matrimonio perfecto que parecía ser el formado por Jose Mourinho y Florentino Pérez está empezando a resquebrajarse. Lo que empezó siendo un romance en toda regla -sobre todo por parte del presidente del Real Madrid que le juró amor eterno al portugués- se está enfriando con el paso de los años y la ausencia de títulos.

Florentino Pérez le ha dado todo a Jose Mourinho para que la ‘relación’ funcione: fichajes, más poder, la ‘cabeza’ de la tercera persona (Jorge Valdano) que se entrometía en su ‘matrimonio’… Todo. Pero Mourinho quiere más y, ante la negativa de más concesiones por parte de Florentino -la última petición de Mou fue la llegada de Fernando Hierro para hacer de Valdano- hasta que consiga la ‘Décima’, el portugués está indignado.

Quizá por eso Mourinho haya decidido ceder el relevo a Aitor Karanka para dar la cara ante los periodistas y evitar así las cuestiones incómodas que le ‘obliguen’ a dar explicaciones sobre su relación con el presidente blanco y si es verdad que el amor que se profesaban ya no es tal.

El portugués se siente cada vez más solo en su lucha con el mundo -UEFA, árbitros, Prensa y Barcelona- y echa de menos el respaldo que sí tenía de Florentino en sus primeros meses como entrenador del conjunto blanco.

Para Florentino, el matrimonio que empezó con el portugués hace ya tres temporadas parece haberse agotado. Es una cuestión de interés. El presidente blanco cree que Mourinho puede llevar  las vitrinas del Madrid la tan ansiada ‘Décima’ Copa de Europa y a partir de entonces, cada uno por su lado. El luso tiene contrato en vigor hasta 2016, pero la relación parece que está abocada al fracaso y, el título en la Champions, sería el mejor colofón a una relación que hace aguas.

Hasta que eso ocurra, si es que sucede, Florentino y Jose seguirán manteniendo con vida su matrimonio de conveniencia.

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Iniesta, un placer para los cinco sentidos

Leo Messi se llevó la gloria, los goles, un nuevo récord, los flashes de los fotógrafos, las portadas de periódicos… ante el Spartak de Moscú. Pero Andrés Iniesta dejó una joya en el partido disputado en Moscú que no podemos dejar que pase inadvertida. Fue una obra de arte en estado puro y bajo cero (así fue la jugada de Iniesta).

El partido más frío de la jornada lo calentó Andrés Iniesta en poco más de 20 segundos. Ese fue el tiempo que tardó en regatear a todos los jugadores rusos que se le ponían por delante. El azulgrana, en tres metros cuadrados, dejó clavados a Suchy, Insaurralde, Kombarov y Makeev. Y todo sin despeinarse y como si fuera lo habitual. Y claro, no lo hizo de cualquier manera ni por accidente sino con nocturnidad y alevosía. Iniesta tiró de magia para protagonizar una jugada que ya es parte de la historia del fútbol.

Con Andrés Iniesta en el campo, los aficionados disfrutamos con los cinco sentidos: el gusto, el tacto, el olfato, la vista y el oído. Sus regates en el córner a varios jugadores del Spartak de Moscú -más propio de los dibujos animados de Oliver y Benji- son como una delicatessen del mejor cocinero, como una escultura hecha con arcilla, como el aroma de la mejor rosa, como la mejor película de Hollywood y como la novena sinfonía de Beethoven.

Así es Iniesta, capaz de unir los cinco sentidos con sus botas. Su fútbol debería ser considerado el octavo arte tras la pintura, la literatura, la música, la arquitectura, la escultura, el baile y el cine.

Redondear el año con el Balón de Oro parece imposible -aunque ya fue elegido el mejor juagdor de la pasada campaña en Europa- teniendo como rival a un monstruo como Leo Messi, pero el fútbol no puede dejar de premiar a un mago del fútbol como Andrés Iniesta

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