Kylian MBappé-Real Madrid, juntos 7 años después


Tras muchos años -en concreto desde 2017- analizando cualquier movimiento, declaración, gesto y detalle, se terminó el ‘tic-tac’ y las semanas clave.

Con la resaca todavía de la Decimoquinta, el Real Madrid ya ha puesto en marcha la maquinaria para la siguiente temporada con un nombre propio: Kylian Mbappé. El conjunto blanco ha anunciado de manera oficial el fichaje del delantero francés, que llegará libre y firmará para las cinco próximas temporadas con una cláusula de 1.000 millones de euros. Se terminaron las portadas, las horas de radio y de televisión, los tuits cansinos, las exclusivas y los programas de Twicht que anunciaban el el fichaje inminente de MBappé. No les voy a engañar que es una liberación para los madridistas, en primer lugar, y para los periodistas que han tenido que informar de este culebrón que ha durado siete años.

Siete años después el Real Madrid ha fichado a la estrella francesa. La historia de amor de MBappé con el Real Madrid empezó en el verano de 2017 cuando el jugador con tan sólo 18 y tras firmar una gran temporada con el Mónaco ficha por el PSG desechando al Real Madrid penando que con la BBC (Bale, Benzema y Cristiano) en pleno apogeo apenas tendría hueco. El segundo intento llega en 2021 cuando el futbolista muestra su intención de marcharse teniendo todavía un año de contrato. El equipo blanco llegó a ofrecer 200 millones pero el club parisino ni siquiera escuchó la oferta. El más doloroso para el Real Madrid fue el tercero, el de 2022, cuando MBappé terminaba contrato con el PSG y había llegado a un acuerdo verbal con Florentino Pérez, pero a última hora aceptó seguir en París a cambio de un puñado ingente de millones. Después de tres plantones, amor a cuarta vista.

La llegada de Kylian MBappé al Real Madrid completa una delantera de ensueño en el Santiago Bernabéu. El francés jugará con Bellingham, Rodrygo, Vinicius, Brahim, Endrick y Joselu, si finalmente continúa. Un ataque demoledor, pero en el que no caben todos. Ese será el principal problema de Carlo Ancelotti. Bendito problema. El técnico italiano tiene la dificultad de si pone o no al galo en su posición favorita, la izquierda, teniendo en cuenta que ahí Vinicius es un arma mortífera para los rivales e, incluso, también el hábitat donde Rodrygo es más peligroso como ya demostró con creces en la eliminatoria de Champions ante el Manchester City de Guardiola. En el PSG de Luis Enrique ha jugado muchos partidos en esa posición de delantero centro, aunque no sea su lugar favorito. Si juega de ‘9′ en un equipo con Vinicius, Rodrygo, Bellingham y Brahim como pasadores será para él muy sencillo incrementar su cuenta goleadora, aunque perderá su arma letal de la velocidad.

Eso sí, si en algo coincide todo el mundo es que el Real Madrid ficha a uno de los mejores futbolistas del mundo. Un futbolista que llevará el 9 -Modric seguirá luciendo el 10- y no el 10 como en el PSG y en la selección francesa. El delantero galo ha jugado siete temporadas con el equipo parisino con el que ha disputado 307 partidos, en los que ha marcado 256 goles y ha dado 86 asistencias. Unos datos que dicen que genera más de un gol por partido. Pero Mbappé ha dejado mucho más en el PSG. Se marcha del Parque de los Príncipes como el máximo goleador del club (256, por delante de Cavani) y tras habe ganado 15 títulos: seis Ligue 1, tres Coupe de Francia, cuatro Supercopas de Francia y dos Copas de la Liga. En Champions, sin embargo, su asignatura pendiente puede decir que ya está en Top’10 de máximos anotadores históricos de la competición (igualado con Ibrahimovic y Shevchenko, con 48 tantos) en 73 partidos. Porque si algo tiene el francés es gol, como ha demostrado en las últimas seis temporadas en las que se ha proclamado el ‘Pichichi’ de la Ligue1 y ya es el futbolista que más veces ha sido el máximo goleador de forma consecutiva en su Liga dejando atrás a Jean-Pierre Papin (1987-1992), Leo Messi(2016-2021), Robert Lewandowski(2017-2022).

El fichaje de MBappé por el Real Madrid ha dejado, eso sí, al futbolista francés sin los Juegos Olímpicos de París. El equipo blanco no quería que su nueva estrella disputara la Eurocopa -del 14 junio al 14 de julio- y los JJOO y por ello envió hace un mes una carta a la Federación Francesa de Fútbol en la que confirmó que, aquellos jugadores franceses que disputasen el campeonato de Europa de selecciones no acudirían a la cita olímpica. Thierry  Henry, seleccionador olímpico, no convocó  a Mbappé, y descartó cualquier polémica, aunque su decisión no habría sido vinculante en caso de convocarlo, porque son los clubes los que tienen la última palabra, al no ser considerados los Juegos Olímpicos un torneo dentro del calendario FIFA.

Falta por ver cuál será la reacción de la afición del Real Madrid con la llegada de MBappé. Seguro que buena. Ya nadie se acordará de cuando el francés le dio calabazas al equipo blanco y de cuando le acuchillaban, insultaban y deseaban cualquier mal que se les ocurriera por haber dicho no al equipo blanco y empezarán a ponerse en la cola para comenzar las loas y las alabanzas. Serán los mismos que no se cansaban de hablar de que poderoso caballero es don dinero, de que el futbolista era un pesetero y de que es una vergüenza que los clubes estado -como el PSG o el City- fichan a golpe de talonario, no como el Real Madrid que nunca ha fichado a los mejores del mundo tirando de chequera sin importar dejar al resto de equipos sin su mejor jugador.

Por cierto, que el salario de MBappé en el Real Madrid será de 57.5 millones de euros por cada una de las cinco temporadas que ha firmado. A esta cantidad hay que sumarle una prima de fichaje -por venir libre- de 100 millones. Unas cantidades que hacen que Florentino Pérez vaya a pagarle a MBappé 77,5 millones de euros por cada una de las cinco temporadas que vestirá de blanco. Menos mal que sólo los clubes estado podían permitirse estas cifras.

Eso sí, bien haría la afición del Real Madrid en no rendirse ante Kylian MBappé, porque ya ha demostrado en muchas ocasiones que podría ser uno de esos trileros que se planta en muchas playas de España y que se dedica a engañar a unos y otros con el único fin de ganar. Se quedó en el PSG pero perdió mucho del prestigio que había ganado en el campo. Jugó al gato y al ratón y siempre pensando en el beneficio propio. Pero cuando luzca la camiseta blanca será elevado a los altares y todo lo que ocurrió en el pasado será borrado de su historial para pasar a formar parte del santoral blanco. «Ha nacido para jugar en el Madrid», nos cansaremos de escuchar y leer. Al tiempo.

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